Los inesperados efectos en Chile de un caluroso abril... sin "lluvias mil"

Recién cuando se acaba abril los santiaguinos tuvimos ayer un día relativamente frío: 23° de temperatura máxima, contra un promedio mensual de 28° (que debió haber sido de 23°).  Así las cosas, se transformó en el abril más caluroso desde 1914... y los meteorólogos anticipan que mayo y junio también serán más cálidos de lo normal.En cuanto a lluvias, en lo que va del año, en La Serena no se han registrado precipitaciones. En Santiago sólo ha caído un milímetro de agua cuando lo normal son 12. Y en Curicó ya debían haber caído 48,5 mm, pero... nada.Una situación muy irregular, que aparte de mantener aún hoy sin guardar la ropa veraniega, tiene otros impensados efectos en el país.  

Las HOJAS no caen  

"La prolongación de las condiciones de tiempo de verano ha retardado la caída de las hojas de los árboles y el riesgo es que todo este material pueda desprenderse de una sola vez con un viento fuerte o lluvia y no tengamos soporte suficiente en los resumideros de aguas lluvia", admite la directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Carmen Fernández.

Recuerda que normalmente este proceso de la caída de las hojas parte la primera o segunda semana de marzo "y como todo esto está tan retrasado, a principios de abril comenzamos trabajando con los municipios para orientarlos en la necesidad urgente de limpiar y estar atentos a este fenómeno".

SALUD MENTAL: Más energizados  

Personas más energizadas y con mayor sensación de bienestar provocan las temperaturas cálidas, señala el jefe de Siquiatría de la Clínica de la Universidad Católica de San Carlos de Apoquindo, doctor Jaime Santander.

Explica que hay estudios que demuestran que ciertos cuadros anímicos "como depresiones o trastornos bipolares (se gatillan en otoño o primavera) que están relacionados con la cantidad de luz (día) a la que están expuestos los pacientes". 

En cambio, dijo, no hay patologías asociadas al calor o frío que sientan las personas, pero la temperatura ambiental sí tiene un impacto: "Con un ambiente cálido la gente se siente más cómoda, más desinhibida y más energética, porque no tiene el estrés de tener que abrigarse, por ejemplo. La mayor parte de la gente, no toda, se siente más a gusto en la medida que los días siguen despejados y la temperatura es grata".

Menos trigo, menos leche y arándanos "cocidos"  

Menor producción de trigo y también un impacto en la producción de leche son dos de los problemas que la sequía ha acarreado a los productores en el sur del país.

El gerente técnico de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, José Antonio Alcázar, asegura que en algunos casos la producción triguera disminuyó en un 30%.

En cuanto a ganado, "al haber menos pasto para los animales, las vacas destinadas a la producción lechera no quedaron preñadas y si estos ejemplares no paren, a la siguiente temporada no dan leche", explica el ejecutivo.

En la vereda opuesta están los cultivos: "Está ideal para sembrar, porque no hay humedad y el suelo está óptimo". 

Alcázar pronostica que si las altas temperaturas siguen repitiéndose durante los próximos años, no es ilusorio pensar que en el futuro tengan que sembrar paltos u otros cultivos: "En ese escenario no sería loco ver viñas en la zona de la cordillera de la costa".

En lo inmediato, los cambios ya están afectando a la producción de arándanos: "Hay muchas variedades en que esta fruta no ha sido capaz de resistir los golpes de calor y se ha cocido en la mata", grafica y detalla que algunos empresarios están arrancando las plantas para reemplazarlas por una variedad más resistente. Eso significará -dice- que tendrá que esperar al menos cinco años para recuperar sus niveles de producción.

¿Y La Ligua? 

"La temporada está un poco retrasada", admite el presidente del gremio de pequeños artesanos en tejidos de La Ligua, Juan Carlos Fernández. Las ventas han bajado un 20%, pero se espera que remonten para el Día de la Madre.